miércoles, 15 de junio de 2011

Llegando a Canadá

Sé que por un orden lógico, debería seguir contando todo lo que nos pasó en Argentina, pero en estos momentos estoy viviendo demasiadas cosas como para poder seguir ni orden, ni lógica.
Hace 4 días que estoy en Montreal, los 2 primeros, fueron de contacto con la ciudad y chequeo de barrios para poder elegir zona donde vivir. También me sirvieron de contacto climatológico donde llegué a la conclusión de que en esta ciudad, aunque haga sol, siempre hay que salir de casa con paraguas y en chanclas (en chanclas porque los charcos de agua hasta la rodilla no hay bota que los esquive); aquí no llueve, diluvia.
El tercer día, que fue ayer, ya salí de casa con una lista de pisos para ver y potenciales roommates para mi futura vida social.
El día comenzó bien y acabó mejor. Mi primera visita fue curiosa, cuando el dueño me abrió la puerta (un dueño de muy buen ver y tremendamente interesante, todo sea dicho) y me mostró su casa de ensueño, pensé que ya había encontrado todo lo que necesitaba. Era perfecta, lo tenía todo, hasta cine dentro. El problema era la situación, barrio residencial a las afueras de Montreal un tanto complicado para las relaciones sociales. La dejé en standby y le puse una estrella.
El siguiente piso fue con un majete canadiense en un pequeño apartamento donde, curiosamente, lo que alquilaba era su cama, era un verdadero roommate!! El piso estaba muy bien, pero creo que mi mente no estaba preparada para tanto!
En la tercera casa, ya en el centro, me abrió la puerta una señora tremendamente oronda con una barba rubia que nada tenía que envidiar a la de Santa Claus. Me presentó a su marido, su hijo, su vecino, a una francesa que allí estaba no sé muy bien porque y su gato, al cual me encontré repanchingado en la cama de  la habitación que rentaban. No se si todos vivían allí o había alguno más, pero vamos entre eso y que la limpieza brillaba por su ausencia, educadamente puse patas a los 5 minutos.
De ahí pasé a una casita con 2 chicos (uno made in Asia y el otro en Francia, este último iba perdiendo plumas por toda la casa…madre mía de qué manera). La casa estaba bien, ni mucho ni poco, lo gusto y en el centro. Le puse estrella.
Al salir de esta casa, descubrí que había calculado mal los tiempos y tenía casi hora y media hasta la siguiente visita, por lo que decidí caminar. Cogí por azar la Rue Saint Denis para arriba y descubrí que era la calle de las tiendas y restaurantes, uno tras otro, llena de terracitas con gente. Se respiraba muy buen ambiente. De repente, al pasar por una de ellas, un chico me dice: eres española? Y con gran asombro (no acostumbro a llevar el pin con la banderita de mi país) le digo que sí, a lo que él responde: Helena, verdad? En ese momento, ojipl’atica perdida porque Helena tampoco hay tantas, y tratando de averiguar cómo narices podría conocerme, me dijo, soy François. Al ver mi cara debió pensar que ese dato tampoco me estaba ayudando mucho y acabó explicándome que nos conocíamos de la página de búsqueda de piso compartido, que habíamos intercambiado un par de mails, y, con la foto que yo había puesto de mi la del Facebook (vamos, esa en la que solo se me ven las gafas y la frente) había sido suficiente para él para identificarme por la calle más concurrida de Montreal. Eso se merecía una cerveza claro. Me senté con él empecé a contarle todo lo que había visto hasta el momento y lo que me quedaba por ver y, de repente, se gira a la mesa de al lado y le pregunta a unos tipos que allí estaban: alquiláis una habitación? A lo que uno de ellos responde que sí, que buscan compañera para ya, en una casa en pleno centro a compartir con 3 personas. Después de negociar el precio (la más barata con diferencia, del día) y acordar la visita, François me dice: En Montreal todo funciona así, pregunta a la gente, es amable y puedes encontrar donde menos te lo esperes. Loca me quedé, no conocía al tipo de nada y me había conseguido una casa!
Después de la cerveza y de una larga conversación con mi futuro roommate, me fui a la siguiente casa, me abrió la puerta una pijita súper simpática, con una casa linda pero muy cara. Con todo el dolor de mi corazón, no le pude poner estrella.
De ahí, metro otra vez para la que sería la penúltima casa del día. Ayer cogí tantos buses y metros que me podría examinar de las líneas y sus paradas sin problema! Menudo control cogí! También descubrí que, dependiendo de la estación de metro donde te bajes, la gente habla inglés o francés, hay barrios enteros de anglófonos y barrios de francófonos.
La casa resultó ser una especie de loft, con mucho potencial pero bastante virgen, diremos. Era una especie de comuna hippy, donde se respiraba muy buen ambiente y mucho peace and love. Era una casa con 10 habitaciones pero en estos momentos solo vivían 5. Lo que iba a ser una rápida visita se convirtió en una soirée en toda regla, estuvimos charlando french english, una locura, hasta la 1 de la mañana que decidí, primero que era el momento de irme a casa y segundo que era el sitio donde me quedaría, al menos, como prueba estos próximos 15 días. La casa, aunque un poco desordenada ( aunque amenacé con que si me quedaba la cosa cambiaria, todo el peace and love que quieran pero con el suelo limpio y sin polvo) estaba en el centro de Montreal y los compañeros parecían perfecto para introducirme en la cultura quebequesa.

miércoles, 25 de mayo de 2011

7 de Mayo

Amanecimos el día preparadas para recorrer a pie la ciudad y la fuerza nos la dio’ un café que nada tenía que envidiar al italiano o portugués y unos pastelitos típicos de aquí que sentías como tragabas las calorías pero tan deliciosos que no había forma humana de parar.
Nos recorrimos todo el centro de Buenos Aires, Casa Rosada, Cabildo, barrio de la Recoleta incluido el cementerio tan característico de esta zona, donde casi salgo con marido y Mabe con una piecita para venir de vacaciones!! Leandro se llamaba, me dijo que no buscara más que ya le había encontrado. Que dejara de viajar y me fuera con el que tenía un terrenito en el sur, los planos de cómo iba a ser la casa e incluso auto! Además, le construiríamos una piecita a mi amiga para cuando viniera de visita y hasta se comprometió a ofrecerle un churro!! Jajajaj, claro, tal debió ser nuestra cara que tuvo que aclararnos que aquí ‘churo’ es el amigo guapo soltero presentable. Hasta tal punto llegaron las negociaciones paseando entre panteones que al final del recorrido yo no sabía si tenía que quedarme con él o seguir de turismo con Mabela.  Dio’ juego el argentino, lo decía tan serio que asustaba pero nos sirvió de risoterapia en más de una ocasión.
Por la noche, decidimos conocer el barrio de Palermo y fue buena la elección para un sábado noche, una plaza llena de terracitas, miles de restaurantes y bares donde pudimos llenar la pancita y disfrutar mojito en mano y al son de la música, de nuestro primer sábado argentino.

6 de Mayo

Después de 8 horas de viaje, aterricé en Buenos Aires, fue un tanto extraño que nos dejaran en medio de la pista en el aeropuerto más grande de la capital, pero bueno, con mi felicidad acumulada no le di más importancia. Llegamos a recoger las valijas (hay que mimetizarse con el medio) y ahí empezó el problema. Pasó media hora, ¾ y nada salía de allí.  De repente, aparece un hombrecito de seguridad que  nos cierra las compuertas de las maletas sin más palabras que ‘problema gremial’. Pude ver lo mejor y lo peor de Argentina en esas casi 2 horas y media que nos tuvieron bloqueados entre la pista y aduanas.
A casi las 11 de la noche llegué al hotel en el barrio más bohemio y castizo, San Telmo, donde Mabelita me esperaba paciente y nos fuimos a cenar.  Buen ambiente por las calles, terrazas donde podías cenar a casi cualquier hora…..la ciudad prometía.

sábado, 14 de mayo de 2011

5 de Mayo 2011

Lo sé, no tengo perdón, hace semanas que escribí el primer post y los propositos de continuar eran buenos pero…, estas 8 semanas, han sido, en muchos momentos, como  meses en experiencia  y minutos en tiempo para compartir.
Ahora estoy en el avion. El viaje se ha tornado y comienza una segunda fase, Mariola hace unos dias que tiró para Australia y fue Miami quien nos vi ’o juntas por última vez (por última vez en nuestra aventura, entiéndase). Estas semanas han sido, como decia intensas, increibles, inimaginables. Hemos conocido gente de lo mas variopinta, de todas razas y condiciones que nos han acogido, que han compartido con nosotras lo poquito que tenian, que, desde la nada nos han dado aportado valores morales que dificilmente olvidaremos.
Despues de pasar unos dias fantasticos en NY, ciudad que nos sorprendió muy gratamente, salvo por el frio que pasamos, pusimos rumbo al Caribe por eso de entrar en calor. El primer destino que elegimos fue Bahamas, y de las miles de islas que tiene el pais, elegimos Nassau. Y nada, para allá nos fuimos, NY Miami, y de ahi, un avioncito de hélices de los que miras y tu mente piensa unos segundos ‘llegaremos en eso?? Habrá tiburones en el Caribe??Tengo que prestar atención esta vez a las instrucciones de seguridad esta vez!’ pero bueno, una vez dentro, y con la certeza de que mi abuela reza por mi todos los días, pues una se relaja y se concentra en las increíbles vistas de contrastes que tiene el Caribe, con esos tonos turquesa, con los corales y las arenas perfectas.
El vuelo fue rápido, en una horita, estábamos aterrizadas. Empezaba lo bueno, es decir, justificar en la aduana que nosotras lo que queríamos era entrar tan ricamente en su país, pero que el vuelo de salida, ya veríamos cuando lo comprábamos. Total, que en las colas esperando a ser interrogadas, inventábamos nuestra historia, que aparte de coincidir, tenía que ser contada en inglés. Podéis imaginaros la de responsables/salas de aduanas que hemos conocido!
En Bahamas pasamos bien, mejor dicho, nos dejaron pasar bien. De ahí a la oficina de turismo y en 5 min ya teníamos miles de planos de la isla, hotel y la estancia organizada.
Nuestro hotelito encontrado a ultima hora resultó ser muy coqueto y en pleno centro del pueblo. (…)

sábado, 26 de marzo de 2011

Una semana después de comenzada la aventura, y ante el ansío de muchos futuros seguidores (espero) hemos conseguido tener un ratito para crear el blog. Debo decir que no se si os va a venir bien leernos, seguramente aumentará vuestra ansiedad, estres y envidia!jejejej, igual hasta conseguimos que se nos una más de uno!

Supongo que de una manera u otra todos estaréis al tanto que después de muchos quebraderos de cabeza entre lo socialmente correcto y lo incorrecto, decidimos, hace unos meses, dejar todo lo que teníamos y darle un rumbo distinto a nuestra vida. Planeamos un viaje de unos meses por el sudeste asiático, dejamos nuestros curros, la Mariolita hasta vendió su casa y nos pusimos a planificar el viaje perfecto. Dos días antes de la tan esperada aventura, con nuestro vuelo a Kuala Lumpur comprado y hotel reservado, ocurrió lo de Japón y por si eso no fuera suficiente, nuestro billete de avión con escala en el Cairo lo cancelaron por 'conflictos políticos'. Para mi, que algo creo en las señales, me pareció que era un letrero luminoso en toda regla como para recular y replantear el viaje.
Total, que una semana de búsqueda intensiva sirvió para decidir, un poco entre regañadientes, que el destino sería USA y el Caribe, una de cal y otra de arena, nunca mejor dicho. Y aquí estamos, en la arena :)

Llegamos el 18 de marzo a NY y nos encontramos con una temperatura de ventitantos grados que nos dejó boquiabietas. Nuestro primer choque con el idioma lo encontramos en la aduana americana ( porque el pedir la diet coke en el avión no cuenta) donde tratamos por todos nuestros medios de hacerles entender a esos polis tan amables y dialogantes lo que es un gap year ( curiosa palabra que ellos mismos debieron inventar) no concebían que viniéramos tanto tiempo de turismo a su país y sin destino fijo ( y yo que pensé que a quien más me costaría hacérselo entender sería a mis padres!!). Total, que después de montones de preguntas, de enseñarles tarjetas de crédito, contarles el dinero que teníamos, tarjetas de empresa, que si teníamos amigos en América y que nacionalidad tenían, que si eran nuestros novios, que ...  en fin, que como nos entrevistaron por separado un rato después llegaron a la conclusión de que nuestras respuestas no coincidían y decidieron enseguida llevarnos a su sala oscura, jajajajjaja, aun recuerdo las caras. Nos sentaron en una sala con mas gente 'sospechosa' y cuando llegó nuestro turno, en lo que un poli nos volvía a preguntar y el otro casi se estaba poniendo el guante :p debieron de apiadarse y nos dejaron seguir,no sin antes escribir un parrafito interesante en nuestro historial americano! Media hora en USA y ya fichadas, a ver quien supera eso.