miércoles, 25 de mayo de 2011

7 de Mayo

Amanecimos el día preparadas para recorrer a pie la ciudad y la fuerza nos la dio’ un café que nada tenía que envidiar al italiano o portugués y unos pastelitos típicos de aquí que sentías como tragabas las calorías pero tan deliciosos que no había forma humana de parar.
Nos recorrimos todo el centro de Buenos Aires, Casa Rosada, Cabildo, barrio de la Recoleta incluido el cementerio tan característico de esta zona, donde casi salgo con marido y Mabe con una piecita para venir de vacaciones!! Leandro se llamaba, me dijo que no buscara más que ya le había encontrado. Que dejara de viajar y me fuera con el que tenía un terrenito en el sur, los planos de cómo iba a ser la casa e incluso auto! Además, le construiríamos una piecita a mi amiga para cuando viniera de visita y hasta se comprometió a ofrecerle un churro!! Jajajaj, claro, tal debió ser nuestra cara que tuvo que aclararnos que aquí ‘churo’ es el amigo guapo soltero presentable. Hasta tal punto llegaron las negociaciones paseando entre panteones que al final del recorrido yo no sabía si tenía que quedarme con él o seguir de turismo con Mabela.  Dio’ juego el argentino, lo decía tan serio que asustaba pero nos sirvió de risoterapia en más de una ocasión.
Por la noche, decidimos conocer el barrio de Palermo y fue buena la elección para un sábado noche, una plaza llena de terracitas, miles de restaurantes y bares donde pudimos llenar la pancita y disfrutar mojito en mano y al son de la música, de nuestro primer sábado argentino.

6 de Mayo

Después de 8 horas de viaje, aterricé en Buenos Aires, fue un tanto extraño que nos dejaran en medio de la pista en el aeropuerto más grande de la capital, pero bueno, con mi felicidad acumulada no le di más importancia. Llegamos a recoger las valijas (hay que mimetizarse con el medio) y ahí empezó el problema. Pasó media hora, ¾ y nada salía de allí.  De repente, aparece un hombrecito de seguridad que  nos cierra las compuertas de las maletas sin más palabras que ‘problema gremial’. Pude ver lo mejor y lo peor de Argentina en esas casi 2 horas y media que nos tuvieron bloqueados entre la pista y aduanas.
A casi las 11 de la noche llegué al hotel en el barrio más bohemio y castizo, San Telmo, donde Mabelita me esperaba paciente y nos fuimos a cenar.  Buen ambiente por las calles, terrazas donde podías cenar a casi cualquier hora…..la ciudad prometía.

sábado, 14 de mayo de 2011

5 de Mayo 2011

Lo sé, no tengo perdón, hace semanas que escribí el primer post y los propositos de continuar eran buenos pero…, estas 8 semanas, han sido, en muchos momentos, como  meses en experiencia  y minutos en tiempo para compartir.
Ahora estoy en el avion. El viaje se ha tornado y comienza una segunda fase, Mariola hace unos dias que tiró para Australia y fue Miami quien nos vi ’o juntas por última vez (por última vez en nuestra aventura, entiéndase). Estas semanas han sido, como decia intensas, increibles, inimaginables. Hemos conocido gente de lo mas variopinta, de todas razas y condiciones que nos han acogido, que han compartido con nosotras lo poquito que tenian, que, desde la nada nos han dado aportado valores morales que dificilmente olvidaremos.
Despues de pasar unos dias fantasticos en NY, ciudad que nos sorprendió muy gratamente, salvo por el frio que pasamos, pusimos rumbo al Caribe por eso de entrar en calor. El primer destino que elegimos fue Bahamas, y de las miles de islas que tiene el pais, elegimos Nassau. Y nada, para allá nos fuimos, NY Miami, y de ahi, un avioncito de hélices de los que miras y tu mente piensa unos segundos ‘llegaremos en eso?? Habrá tiburones en el Caribe??Tengo que prestar atención esta vez a las instrucciones de seguridad esta vez!’ pero bueno, una vez dentro, y con la certeza de que mi abuela reza por mi todos los días, pues una se relaja y se concentra en las increíbles vistas de contrastes que tiene el Caribe, con esos tonos turquesa, con los corales y las arenas perfectas.
El vuelo fue rápido, en una horita, estábamos aterrizadas. Empezaba lo bueno, es decir, justificar en la aduana que nosotras lo que queríamos era entrar tan ricamente en su país, pero que el vuelo de salida, ya veríamos cuando lo comprábamos. Total, que en las colas esperando a ser interrogadas, inventábamos nuestra historia, que aparte de coincidir, tenía que ser contada en inglés. Podéis imaginaros la de responsables/salas de aduanas que hemos conocido!
En Bahamas pasamos bien, mejor dicho, nos dejaron pasar bien. De ahí a la oficina de turismo y en 5 min ya teníamos miles de planos de la isla, hotel y la estancia organizada.
Nuestro hotelito encontrado a ultima hora resultó ser muy coqueto y en pleno centro del pueblo. (…)